LECCIONES DE 44 DÍAS EN LA UCI PEDIÁTRICA👨‍⚕️

"Las dificultades existen no para paralizarte, sino para hacerte inmensamente realizado una vez las hayas superado." - Les Brown

Tuvimos un gran reto como familia.

44 días en UCI (31 en neonatos y el resto en la pediátrica). Juan Pedro es un crack y hoy es un niño feliz, tranquilo, sano y lleno de vida.

Durante esos días, que han sido los más intensos de nuestras vidas, empecé a tomar nota de algunos aprendizajes. En un principio pensé en recopilarlos para personas que algún día se vean obligadas a pasar por la experiencia de un hijo en la unidad de cuidados intensivos, pero me di cuenta que son reflexiones que aplican para la vida, no solo para personas con hijos, sino para cualquiera.

Sin más preámbulo, les comparto (la primera parte de) mis notas:

  1. Siempre con la fe intacta: Los beneficios fisiológicos de pensar positivamente están ampliamente documentados. Victor Frankl, exprisionero de un campo de concentración Nazi, decía que quienes sobrevivieron fueron quienes nunca dejaron de creer que sobrevivirían. Nosotros no solamente creíamos que Juan Pedro iba a estar bien. Nosotros lo sabíamos. No tengo pruebas para demostrar que esto ayudó a la recuperación de Juan Pedro… pero tampoco dudas.
  1. Somos más fuertes de lo que pensamos: Subestimamos nuestra fuerza y la capacidad para enfrentar los desafíos que se nos presentan en la vida. Nos dejamos llevar por el miedo, la inseguridad y las dudas, creyendo que no podremos superar algunos retos que nos pone la vida. Pero dentro de cada uno de nosotros hay una fortaleza que desconocemos hasta que nos vemos obligados a sacarla.
  1. La prioridad es cuidar a la familia: Todo lo demás puede Punto.
  1. Trabajar en equipo no es hacer los dos todo al mismo tiempo: Entendimos rápidamente que trabajar en equipo como padres no significaba hacer exactamente las mismas tareas al mismo tiempo. De hecho eso es algo insostenible en el contexto de una UCI. Ser un gran equipo implicaba dividir las responsabilidades de manera inteligente. Mientras uno de los dos estaba con Juan Pedro, el otro se encargaba de hacer trámites médicos, hablar con los doctores y encargarse de las necesidades logísticas. Cuando el cansancio ya era demasiado, intercambiábamos roles sin titubeos. Trabajar en equipo era apoyarnos en todo. El que no está cansado, maneja el carro.
  1. La familia tiene poder sanador: Nuestros familiares fueron pilares inamovibles que nos sostuvieron todo el tiempo. Cada gesto de cariño, cada palabra de aliento, cada oración por la recuperación de Juan Pedro, nos recordaba que no estábamos Es imposible traducir nuestro agradecimiento a palabras o gestos. Nota: Hay amigos que son familia.
  1. El mundo está lleno de personas buenas: En los momentos más duros fuimos testigos de la bondad humana personificada en el personal médico que nos atendió. Son seres humanos imperfectos, con su carácter y personalidad única, algunos más directos, otros más empáticos, pero todos con el mismo objetivo: salvar vidas. Y es precisamente esa humanidad la que nos recordaba que, a pesar de las dificultades, el mundo está repleto de personas buenas y que están para ayudar.
  1. Somos muy afortunados de vivir en esta época: Hoy contamos con tecnologías impresionantes, procedimientos quirúrgicos que hace poco eran ciencia ficción y equipos de monitoreo precisos que le dan más oportunidades de vida a quienes antes habrían sido considerados casos perdidos. La ciencia moderna es un milagro. Salvan vidas. Estamos profundamente agradecidos por vivir en una era donde la tecnología y la medicina se han unido para darnos bienestar.

Tengo más aprendizajes, pero se me hacía muy largo este email.

Hasta la próxima,

Daniel

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR