¿CAUSAN AUTISMO LAS VACUNAS? 💉

“A la realidad no le importa tus sentimientos.” 
- Ben Shapiro

Esta semana vamos con un tema polémico, que no debería serlo: Las vacunas.
Las de COVID son tema para otro newsletter… así que no las vamos a incluir en este escrito.

¿En qué difieren quienes están a favor o en contra de las vacunas?

Miremos las principales diferencias entre ambas partes del debate:

  1. Eficacia: Unos creen que las vacunas cumplen con su promesa. Otros creen que sirven para poco o nada.
  2. Seguridad: Hay quienes creen que son seguras y solo con efectos secundarios menores. Otros piensan que son peligrosas, sobre todo en el largo plazo.
  3. Desconfianza en Autoridades y Farmacéuticas: Algunas personas argumentan que estas instituciones priorizan las ganancias sobre la salud pública.
  4. Estudios e Investigación Científica: Para unos son prueba de las bondades de las vacunas. Para otros son manipulación de la opinión pública.
  5. Inmunidad Colectiva vs Natural: Quienes están en contra de las vacunas pueden argumentar que la inmunidad natural es preferible a la vacunación.

 ¿Son efectivas las vacunas?

¿Son seguras?

¿Pueden dar autismo?

¿Son peligrosas en el largo plazo?

¿Por qué el movimiento antivacunas?

Acompáñanos en este recorrido sobre lo que dice la ciencia.

Este newsletter es patrocinado por Fuly Kids Immuny. La forma más fácil y deliciosa de reforzar el sistema inmunológico de tus hijos.

 
El consenso científico es claro en cuanto a las vacunas. Sin embargo, es importate advertir que la ciencia siempre está abierta a nueva evidencia y los hallazgos pueden evolucionar en el tiempo con más investigaciones y nuevos datos.

¿Son efectivas las vacunas?

Sí. Y mucho.

Aquí van algunos ejemplos:

Luego de introducirse la vacuna del polio en Estados Unidos, esta enfermedad fue prácticamente erradicada. Fueron declarados libres de polio en 1979.

Polio con la introducción de las vacunas

Lo mismo pasó con el sarampión.

Sarampion con la introducción de las vacunas

En Londres, las vacunas se encargaron de llevar las muertes por viruela a cero.

Viruela con la introducción de las vacunas

También en Inglaterra la difteria y la meningitis meningocócica se volvieron rápidamente irrelevantes. La meningitis meningocócica fue en apenas seis años.

diphteria y meningococo con la introducción de la vacuna

La tos ferina tomó algo de tiempo y tuvo retrocesos… pero fue casi erradicada.

Tos ferina con la introducción de la vacuna

Estos avances se están viendo amenazados por el incremento en la población en contra de las vacunas.

¿Son seguras las vacunas?

Sí lo son. La evidencia disponible (fuentes al final) indica que las vacunas son seguras y bien toleradas, con eventos adversos generalmente leves y de corta duración.

Los efectos adversos son fiebres, dolor en el sitio de la inyección, reacción alérgica en el chuzón y malestar general, pero nada más serio.

Miedo a las jeringas

Se ha comprobado que las vacunas no están relacionadas, como se ha llegado a sugerir, con el síndrome de muerte súbita infantil, el síndrome de fatiga crónica, la esclerosis múltiple, enfermedades autoinmunes o autismo.

Y se han hecho estudios en mujeres embarazadas, enfermos de cáncer y pacientes con enfermedades crónicas. La conclusión es la misma.

"Pero sí hubo un tema con el autismo por el mercurio que usan en las vacunas"

Esto es un tema importante y que ha causado un problema de salud pública, pues han aumentado enfermedades prevenibles con vacunas debido a un menor número de vacunados por temor a un "vínculo" entre las vacunas y el autismo.

La relación entre el autismo y las vacunas ha sido un tema de extensa investigación.

En 2016, los científicos Luke Taylor, Amy Swerdfeger y Guy Eslick recopilaron datos de 5 estudios distintos que abarcaron una población de 1,256,407 niños. Los resultados son concluyentes:

No existe relación entre la vacunación y el desarrollo de autismo o trastorno del espectro autista, tampoco entre el timerosal (el compuesto orgánico con mercurio contenido en estas vacunas) y el autismo.

Y entonces, ¿por qué está tomando fuerza el movimiento antivacunas?

El crecimiento del movimiento antivacunas se puede atribuir a varias causas:

  1. Desconfianza en las instituciones y autoridades de salud: Los gobiernos y las farmacéuticas no tienen la mejor reputación y no los pienso defender. Pero eso no quiere decir que las vacunas no sean efectivas, seguras y necesarias.
  2. Desinformación y teorías conspirativas: En la era de internet y las redes sociales la desinformación se riega rápidamente. Esto va íntimamente relacionado con un tema que me apasiona: Los sesgos cognitivos:
    • Sesgo de confirmación La  tendencia a buscar, interpretar, favorecer y recordar información de una manera que confirma mis propias creencias y al mismo tiempo se ignora o se valora menos la evidencia que contradice esas creencias.
    • Sesgo de negatividad: La tendencia a prestar más atención y dar más peso a las noticias negativas que a las positivas. Es enfocarse en los pocos casos de efectos secundarios negativos de las vacunas, en lugar de en la abrumadora evidencia de su seguridad y eficacia.
    • Pensamiento conspirativo: La propensión a creer en teorías de conspiración, lo que puede llevar a la desconfianza en las autoridades sanitarias y farmacéuticas y a la creencia en narrativas no sustentadas sobre las vacunas. 
    • Falacia naturalista: La creencia de que todo lo "natural" es inherentemente mejor o más seguro que lo "artificial" o "manufacturado", lo que puede llevar a preferir enfoques "naturales" en lugar de vacunas.
    • Sesgo de anclaje: La tendencia a confiar demasiado en la primera información encontrada (el "ancla") al tomar decisiones. Si la primera información que una persona encuentra sobre las vacunas es negativa, puede ser difícil cambiar esa percepción inicial, incluso con evidencia científica.
  1. Percepción de bajo riesgo de enfermedad: Es una ironía, pero al ayudar las vacunas a que algunas enfermedades se volvieran escasas, las personas pueden sentir que la vacunación no es necesaria ("¿Para qué vacunarme de tos-ferina? si nadie tiene tos ferina”).

El movimiento antivacunas está teniendo un impacto real en la salud pública.

Debido a la disminución de las tasas de vacunación están resurgiendo enfermedades que se tenían controladas como sarampión, tos ferina, rubeola, difteria y paperas, entre otras.

Para concluir...

La vacunación es esencial para la salud individual y pública, ya que no solo protege a las personas de enfermedades específicas, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, previniendo brotes y la propagación de enfermedades.

Vacunarse reduce el impacto de epidemias y pandemias.

No vacunarse implica riesgos importantes, como una mayor susceptibilidad a enfermedades graves y contagiosas, el potencial de desencadenar brotes en comunidades, y una mayor carga para los sistemas de salud.

La falta de vacunación puede también contribuir a la reaparición de enfermedades previamente controladas o erradicadas.

Y recuerden… son los datos. Nosotros solo somos los mensajeros.

--

Fuentes:

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR