El jengibre es una planta con flores proveniente del sudeste asiático. Es una de las especias más saludables y deliciosas del planeta. Para aprovechar sus beneficios se suele utilizar el rizoma fresco de la planta, aunque también se puede adquirir en polvo o bien encurtido.
De sabor picante y alimonado, este tallo subterráneo, estrella de la cocina asiática, no solo aromatiza los guisos de arroz, las salsas agridulces, los postres y las bebidas frías y calientes, sino que está considerado un remedio eficaz para el alivio de problemas intestinales, náuseas, vómitos… aparte de resultar un buen antiinflamatorio y antiséptico.
Ayuda a tratar las nauseas y el mareo:
Puede ayudar a aliviar las náuseas y los vómitos en personas que se someten a ciertos tipos de cirugía. Sin embargo, puede ser más eficaz cuando se trata de náuseas relacionadas con el embarazo, como las náuseas matutinas.
Mejora la digestión:
Las propiedades del jengibre para mejorar la digestión son bien conocidas. Favorece la eliminación de bacterias y otros microorganismos intestinales perjudiciales. Tomar habitualmente jengibre ayuda a mejorar la composición de la flora intestinal y ayuda a evitar la aparición de putrefacciones intestinales responsables de hinchazones abdominales y meteorismo.
Previene resfriados:
Este es uno de los beneficios del jengibre más conocidos: puede ayudar a la sudoración y es muy útil en resfriados y gripes.