EMOCIONES Y DIGESTIÓN 🥹🥕

¿Les ha pasado que su hijo come bien, balanceado y sano, pero aún así tiene problemas digestivos?

Nuestro primer instinto es pensar en alguna enfermedad, intolerancia a un alimento o problemas en la dieta.

Sin embargo, frecuentemente, la raíz puede estar en sus emociones (más de lo que sospechamos).

¿Por qué las emociones?

El sistema digestivo está en constante comunicación con el cerebro. En el intestino hay más de 500 millones de neuronas, por eso lo llaman el "segundo cerebro", y al igual que nuestra mente, nuestro estómago es susceptible a la influencia de nuestras emociones.

Es común que algunos niños experimenten problemas digestivos, por ejemplo, los fines de semana por causa de la ansiedad causada por la anticipación a la semana escolar.

¿Cómo podemos ayudarlos?

Hablando sobre las emociones: Crear un espacio de confianza donde los niños puedan expresar sus sentimientos es esencial. A veces, como a los adultos, hablar los puede ayudar a sanar.
Respirando: Practiquen respiraciones profundas o meditación. Hagan "respiraciones de dragón" para exhalar el estrés.
Con la alimentación: Establece horarios regulares de comida y asegúrate de que su dieta sea equilibrada y rica en fibra (abajo una herramienta). Evita las comidas pesadas o altas en azúcar.
Actividad física: Hacer ejercicio es un excelente regulador emocional. Si es en la naturaleza, mejor. Caminar o simplemente montar en bicicleta pueden cambiarle el ánimo.
Arte y juego: A través de la creatividad y el juego, los niños pueden expresar y gestionar sus emociones.
Apoyo profesional: No debemos tener miedo de buscar ayuda profesional si es necesario. Un psicólogo infantil puede proporcionar estrategias personalizadas para manejar el estrés y la ansiedad.